sábado, 22 de junio de 2013

Capítulo 6.

Una lágrima, otra. Las lágrimas se vertían desde los ojos de Laura, que apenas sin pensarlo había perdido una de las cosas más importantes. Una de esas cosas que consideramos importantes, pero cuando nos damos cuenta vemos que ya es demasiado tarde y no podemos hacer nada para solucionarlo.
Laura se miró al espejo. Retiro la pintura que se había corrido de sus ojos con un algodón y sonrió como si nada hubiese pasado. Le costaba sonreír, sí, mucho, pero a pesar de ello lo hacía proponiéndose así misma que a partir de ese momento las decisiones las tomaría por si misma.
Mientras, en otro lado de la ciudad dos amigos discutían por quién sería la persona que les ayudaría a tener la siguiente pista para resolver el rompecabezas.
-          Pero… ¿ A quién vas a llamar? Dímelo! – Miriam ya estaba bastante nerviosa. Llevaba treinta minutos dejándola en tensión, no pronunciaba ninguna palabra, tan solo respondía con simples “ Es un secreto”.
-          Ya sé a quién va a llamar! Va a llamar a Tigrilla! Ya era hora!- Gritó Shishá emocionada mientras que Dani ponía cara de duda.
-          -¿ Qué  Tigrilla? – Preguntó Dani extrañado nuevamente- Yo iba a llamar a Laura,  que ahora que las cosas no le van bastante bien en casa, necesita despejarse.
-           Te has delatado a ti mismo!- Respondió Miriam con una sonrisa. Sus ojos brillaban a pesar de todo lo presente que estaba viviendo en aquel momento le resultaba mágico.
Unos amigos que le apoyaban, que no le tomaban por loca cuando les contaba que una criatura mágica había salido de un libro.
Entre tanto pensamiento, Dani colgó el móvil, para cuando se quiso dar cuenta una chica de ojos azules y de pelo castaño tirando más a rubio apareció de la nada.
-          Laura…¿  Qué haces aquí?
-          Dani me llamó- Respondió esta- Me dijo una cosa rarísima y que necesitabas mi ayuda. Así que… Aquí estoy!
-          Si, bueno.. La situación sí que es algo extraña. No me llames loca.
-          No lo voy a hacer, pero… ¿ Qué pasa?
Se froto los ojos con el Jersey, vio como una pequeña sombra se movía ante ella.
-          Sombras que se mueven, ¿ Qué es esto Miriam?- La chica estaba confusa. Volvió a frotarse los ojos . Esta vez con la manga contaria del jersey. Seguía viendo aquella sombra diminuta que se movía a los pies de su amigo.
-          Espera Laura. ¿ No ves a Shishá?- Preguntó Dani. El chico miraba al cielo, como si de lluvia se tratase. Despertó de su “ Locus amoenus” cuando Shishá le dio un pellizco.
-          Au!- Se quejó- ¿ Era necesario?
-          Sí!- Respondieron las chicas al unisono. Miriam fue quien continuó con la conversación.
-          Si hubieses estado atento, sabrías que Laura es Tigrilla, que no ve completamente a Shishá, que tan solo ve su sombra, y que yo tengo que descubrir cuál es mi poder, porque mucha idea que se diga no es que tenga de cuál es.
Dani se quedo pensando. Millones de recuerdos le vinieron a la mente, pero se quedo con los recuerdos que tenía desde su infancia. Todos esas veces en las que cantaba esa canción que cantaban los niños perdidos cuando se daban cuenta de que la siguiente pista para que Garfio se debilitase era volver al campamento en  el que vivía Tigrilla con los indios, el que ella usaba como escondite para esconderse cuando quería estar sola.

Esta vez fue él quien se frotó los ojos con ambas mangas de la sudadera de color blanco que llevaba puesta. Volvió a mirar al cielo. Bajo la mirada. Mostró una sonrisa que guardaría para sí mismo. ¿ Y si esa fuese la pista que necesitaban?

domingo, 2 de junio de 2013

Capítulo 5- Puedes contar conmigo.

Dani salió de casa sin saber aún las circunstancias del mensaje de whatsapp de Miriam. Se peinó delante del  espejo y volvió a mirar el mensaje que no hacia ni diez minutos le había enviado su amiga:
“ Necesito verte, sal cuando puedas”.
Le necesitaba. Iría a verla. Ella siempre había estado ahí, le había apoyado siempre. Sobre todo desde el momento en el que se entero de que su novia estaba viéndose con el novio de su mejor amiga a escondidas. Los dos lo estaban superando como podía, ambos sonreían con las bromas que se gastaban el uno al otro.
Cogió la mochila, se la puso sobre los hombros, salió de casa. Miriam le estaba esperando en la puerta.
Dos besos, bromas, criaturas mágicas que salían revoloteando de la mochila que la chica. Llegó el momento de las explicaciones.
-          Entonces… ¿ Salió así de la nada del libro que te dejo Mario?- Preguntó el chico algo extrañado. Aunque le dijese que no le necesitaba, sabía que ahora no podía dejarla tirada. Que su amiga necesitaba contar con su ayuda aunque todo lo que estaba viviendo le resultase bastante raro.
-          Dani, Se que esto puede resultarte ahora bastante raro, pero por mucho que ahora esto te parezca imposible, es real- Explico la chica de cabello oscuro y rizos indefinidos.
-          Es real, lo sabeees! – Cantó Shishá. Aunque  revoloteaba al lado de Dani, este resultaba confuso. Las palabras de Miriam fueron lo que le hizo entrar en razón.
-          Vale! Esto es rarísimo, si se lo contásemos a alguien no nos creería, pero voy a ayudaros. No podéis enfrentaros solas a esto.
La chica le abrazó. Durante un largo tiempo las palabras se callaron. Quedo un silencio. Un silencio que demostraba que ambos podían confiar en el otro, que aunque en ese mismo momento todo pareciese extraño podían contar el uno con el otro.
Miriam le dio las gracias, pensó. ¿ Quién era el realmente, que tenía que ver con todo esto? No lo sabía, le importaba. Debía descubrirlo antes de que las miles de preguntas le rondasen por la cabeza. Debía ayudarse, y para resolver todas sus preguntas, debía contar con otra persona.

Cogió el teléfono, marco el número. El plan marchaba sobre ruedas. Solo había que creerlo.